Este año no comenzó precisamente bien, fue más bien un trimestre de mierda. Cuando estas mal por varios años y de pronto te dan el diagnóstico, la mierda te llega al cuello, así me sentí cuando me dijeron que de esto iba a vivir el resto de mi vida y que no iba a curarme jamás.
Mierda, y entonces a buscar tratamientos nuevos y tras batallar al fin aceptar que no puedo vivir sin medicamentos, que los españoles van a la vanguardia y que no puedo negar mi enfermedad... Y me encabronaba tanto no poder aceptarla, si yo soy una buena persona, que vive en justicia y cuida al prójimo, pero no contaba yo que la justicia divina no rige por encima de la genética, la genética.
Hay días es que estoy mas enojada, en que me deprimo y no quiero dejar de ver tv. Otros tengo una cantidad de energía enfermiza, agobiante y tras esos días madrazos de agotamiento, he tenido que aprender a administrarme, que es como administrar un poco la vida... Y así me la paso, administrando.
Asi termina el 2015, espero que el 2016 tenga menos dolor, mientras tanto les deseo felicidad... Un chingo.
jueves, 31 de diciembre de 2015
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