jueves, 1 de octubre de 2009

Facebookeramente muerto

Normalmente sus vecinos no lo habrían notado, en realidad si salía o no de casa no era notorio, podría pasar muchos días sin abrir la puerta del departamento, sin cruzar palabra con quien vive escaleras abajo, sin tomar autobús o tren rumbo al trabajo, podría no comprar cigarrillos, refrescos o pan en la panadería cercana, no saludar al hombre que vende las revistas en sus mesas improvisadas, bien podría dejar de recoger el correo lleno de promociones no solicitadas y tal vez pasado cierto tiempo, entonces notarían que no está, un olor pestilente saldría por las rendijas de esa bien cerrada habitación, algún transeúnte arrugaría la nariz y seguiría de frente, la vecina que usa botas de tacón de una manera obsesiva, pasaría por el pasillo rumbo a su departamento y se preguntaría en dónde estaría la rata muerta, luego miraría la hora y se diría "hace mucho que no lo veo" una llamada a la puerta, una vez más al día siguiente, la pila de correo y al final la policía encontraría entre sus órdenes radiales la de revisar un departamento en donde se sospecha exista un cadáver... Eso en el mundo real pero, ¿Qué sucede en las redes sociales de internet?

Hay quienes nacen muertos... socialmente muertos, cuyos correos electrónicos se llenan de mensajes para engrandecer el pene, Viagra, las fotos de Britney Spears desnuda, las de Halle Berry, las de un asesino serial, correos cadena y promociones de tiendas departamentales, si acaso abren una cuenta en Facebook, se dan cuenta que tras el mensaje de bienvenida del sistema, no hay más saludos, a veces escribirán en el muro de otra persona y recibirán una breve respuesta, tras publicar su "estado" cada día, pasarán a hacerlo cada tercer día, después cada semana y la bandeja de entrada de su correo se irá llenando de más basura, sin que nadie seleccione todos los mensajes sin leer y dé clic a Borrar. Y es que hay que decirlo sinceramente, en las redes sociales el concepto de popularidad es mucho más valorado que en la vida real, hay quien recibe cada día varias respuestas a su "estado", las caritas tristes :( o alegres :) y los guiños son frecuentes, reciben constantes regalos de aplicaciones inventadas por otros usuarios y su interacción "social-net" es intensa, aparecen constantemente en fotos y cada día reciben la atención de los demás, su estado de ánimo hace eco en el de otros usuarios, si lo pasan bien, salen de viaje o están "chipilis", pero hay otros tantos que no encuentran nunca la popularidad de la red, en que sus estados son intrascendentes para los demás, y cómo en el caso del cadáver encerrado en aquella habitación, la personalidad virtual comienza a devaluarse, poco a poco el autoestima comienza a caer y las dudas sociales flotan en el aire: ¿Si nadie me escribe, realmente existo? ¿Si desaparezco en la red, desapareceré en la vida real?. Y entonces la ola del suicidio social comienza a moverse en cada esquina de la pantalla, ¿Y si cierro la cuenta o la dejo morir? Seré una presencia inactiva, como un espectador generado virtualmente, una foto más en la lista de amigos, que parecen tener tantos, tantos, tantos contactos que esa foto incipiente no hará diferencia ¿Qué lugar ocupas en la lista de quienes tienen 185 amigos? Tú, depresivo pre-suicida... ninguno. Entonces tal vez, cuando tu cuerpo virtual comience a apestar en los corredores de Facebook, alguien se preguntará en dónde estarás, alguien notará que la última publicación fue hace meses, si tiene ánimo puede que escriba en tu muro para saber de ti, como la vecina que toca con lástima a tu puerta, y tras no obtener respuesta dará por sentado que no te gusta estar en la red social... Ojalá tengas suerte, suicida social-netero, ojalá haya un visto a tu ausencia, porque tal vez, la desaparición en la red también puede ser real.

El soundtrack de tu vida

Hay un programa de radio que pasa en una estación de jazz, en el que hablan de el soundtrack de personajes de la cultura y/o conocidos de...