lunes, 29 de septiembre de 2008

Pan de Albaricoque


Para un pan de libra y media:
1 y ¼ tazas agua
¾ taza albaricoques secos cortados en trozos
¼ taza mermelada de albaricoque (he usado Gerber de mando y 4 cucharadas de azúcar)
2 cucharadas mantequilla
2 cucharadas leche en polvo (no la usé por la lactosa, pero si no es impedimento, adelante)
3 tazas harina de pan
1 y ½ cucharaditas sal
1 cucharadita de levadura para pan (la de polvito)

lunes, 1 de septiembre de 2008

Inseguridad e hiper-tolerancia

El sábado 30 de agosto se realizó la marcha (una más) contra la inseguridad, ahora con velas buscando esperanza a la delincuencia. Todos estamos de acuerdo en que vivir con miedo no es vivir sanamente, deseamos que al salir de casa en la noche no sea a nosotros a los que les toque el desafortunado incidente, tratamos de tener incluso un bajo perfil para no llamar la atención de los delincuentes, hemos padecido el robo de un auto o sus partes y muchas más huellas de violencia. Sin embargo, cuando nos sentamos a pensar en qué hacemos para luchar contra la delincuencia, en muy pocas ocasiones nos vemos como responsables de la misma, y no es que tengamos relación con los infames que secuestran y asesinan, pero en muchas ocasiones seguramente hemos sido parte de esas cadenas de corrupción, o bajo la consigna del "nada más tantito" nos vamos convirtiendo en manipuladores de la ley, al punto en que siempre encontramos la manera de evadirla, desde no pagar impuestos, estacionarte en doble fila, pagarle al viene viene porque te deje estacionarte en donde él tiene trato con el de la grúa, estacionarte en pasos para discapacitados o en sus lugares de preferencia porque "al fin no pasa nada", dar lana para obtener permisos, dar vuelta en zona prohibida o en sentido contrario, tomar el carril de contraflujo porque vamos "ahi cerca"... ¿Así es como colaboramos contra la delincuencia? En un país de hiper-tolerancia, en que nos damos permiso y permitimos muchas "pequeñas cosas" que poco a poco han ido deformando en una actitud de permisividad, en que si un delincuente sabe que todo mundo viola la ley, él decide que "nomás es tantito" lo que hace y ¿de qué se quejan si todos son como yo en cierto nivel?. Tristemente en la mente retorcida de estos inhumanos, su justificación se va validando con nuestras propias actitudes.

En 1996 se publicó el libro Fixing Broken Windows: Restoring Order and Reducing Crime in Our Communities.
La premisa principal del libro de criminología es la siguiente: "Consider a building with a few broken windows. If the windows are not repaired, the tendency is for vandals to break a few more windows. Eventually, they may even break into the building, and if it's unoccupied, perhaps become squatters or light fires inside. Or consider a sidewalk. Some litter accumulates. Soon, more litter accumulates. Eventually, people even start leaving bags of trash from take-out restaurants there or breaking into cars."

He tenido avances en ése tema.. en la esquina de mi casa hay locales comerciales, justo sobre el eje 8, que es una zona de ataques constantes de graffiteros y tageros, esos que nada mas hacen rayones por el gusto de estampar su firma. Hemos procurados siempre que cuando un nuevo tag aparece, lo pintemos de inmediato, es una pequeña batalla y parecería desesperanzado y una muestra de la inseguridad que vivimos, sin embargo, tras la lucha que hemos dado, los tag's han ido cesando y direccionandose a otras casa que rara vez son pintadas. Hemos colocado más luces (después de que nos robaron las calaveras del auto) y ahora nuestra esquina parece ser más segura.

La delincuencia también tiene un lado extrañamente raro, el del Robin Hood, el del revanchismo social. Hace unos años mi hermano me comentó de un alumno suyo que vivía en Tepito, el chico le contaba cómo sus vecinos y amigos que eran "ratas" escogían a los que asaltaban o despojaban de sus autos, sí, no es al azar y tiene mucho que ver la actitud de prepotencia de un conductor, los delincuentes también buscan quien se las pague, parte de la descomposición social a la que nos hemos habituado, en una sociedad que acepta la diferencia de clases y las valida más y más.

Me quedo con el deseo de que la hipertolerancia desaparezca y que tal vez, algún día, todos respetemos las reglas, quienes sean policías puedan sentir orgullo de serlo y no de verlo como el negocio de su vida, que los políticos tengan algún día corazón y que nuestros hijos puedan jugar en el parque. Es mucho desear, pero igual, si no queda de otra la migración parece ser la última salida.

miércoles, 2 de julio de 2008

Hora del Pan "Avena con semillas girasol y miel"


Pan de avena, semillas de girasol y miel.

1 taza de agua

1/4 taza de miel

2 cucharaditas de mantequilla derretida

3  tazas de harina de fuerza

1/2 taza de avena

2 cucharadas de leche en polvo

1 1/4 cucharadita de sal

2 1/4 cucharadita de levadura de pan

1/2 tazas de pipas de girasol


En el modo de Pan Blanco en mi Sunbeam Bread Machine. Fabuloso si se guarda en el refrigerador en un envase, así conserva la frescura. Está interesante, las semillas de girasol se consiguen en el super y la avena recomiendo mucho NO sea instantánea. Perfecto para hacer el sandwich para la dieta.



lunes, 30 de junio de 2008

Reloj

Tener 30... ¿muy malo?

Recuerdo que cuando tenía 15 años pensaba en cómo deseaba que fuera mi futuro. Hice una tabla con las metas que tenía y la edad a la que pensaba lograrlas. A los 17 entré a la universidad y me parece que eso fue lo único que quedó acordé a la tabla, después de ello todo fue postergándose. Una de mis metas fue lo de vivir sola, lo hice hasta los 28 y según mis cálculos sería a los 22. Entonces no tenía preocupación ante el hecho de crecer, el miedo llegó con la edad. 

Cuando se cumplen los 30 años una ligera crisis se cuela junto con las velitas del pastel, el miedo al fracaso se torna constante y las metas que se tenían a los 15 se convierten en obsesiones a los 30. Tener una casa, comprar un mejor auto, formar una familia, un buen empleo, la empresa establecida, el crédito hipotecario, no tener deudas... Un sin fin de metas que se van acomodando en los cajones de la vida diaria y que terminan siendo la causa principal de las depresiones y problemas cardiacos a los que se enfrentan los de 40 años. Pero... ¿en dónde fue que nuestras metas e ilusiones de adolescentes se tornaron ansiedades de treintañeros? ¿Es la realidad tan dura como lo planteaba "Reality Bites"? ¿Qué no era ficción? 

Cosa curiosa, al llegar al supermercado una amiga se molesta porque la cajera le adolescente que empaca sus productos le ha dicho señora... ¡No estoy casada! me comenta irritada, pero a la chica de 15 años no le interesa si eres casada o no, ella ve tú edad, al de verdad, la que se acumula desde que naciste. Es que además de todo los miedos qué adquiere el adulto sumamos el miedo a crecer, a volverse señores o señoras, pretendemos incluso que seamos "joven" a los 35 años ¿No es fabuloso?.

martes, 8 de abril de 2008

De Cafenauta a Starbucks

Cuando era adolescente me daba lo mismo un cafe americano instantáneo que uno de grano, a finales de los 80 en un país que pasaba por malos momentos económicos tras una de sus más severas crisis un café era un superficialidad incluso con cara de Maria Victoria y su "que rico cafecito" de café Legal.

Al entrar a la universidad comencé a tomar café diariamente, en mi escuela había una sola cafetería que cerró al poco tiempo de mi ingreso, una cafetería bastante triste acorde con los estantes de las tiendas conasupo post-crisis, cerrada la cafetería una oportunidad de mercado se abrió y un señor conocido por años como el cafénauta la aprovechó. Décadas atrás había comenzado vendiendo café en su camioneta el el estacionamiento de la escuela, diseñando incluso una forma para servir más rápido el café cargando un depósito en la espalda surgiendo de ahí el nombre pues parecía un astronauta, en 1994 la era del grunge acompañaba a cada universitario y entre largas cabelleras, botas dr. Martín y cigarrillos veíamos una apertura comercial y la llegada de un nuevo término: globalización. E incluso para el cafenauta la competencia se endureció, pues se abrieron concesiones a cafeterías nuevas y si bien una fue para él con sus años de experiencia y seguridad y confíanza en su mercado cautivo  la otra joven cafetería tenía una gran novedad: el capuchino.

Capuchino y palomitas de microondas, esa era la clave que desbancaba al cafenauta y sus décadas de café americano con crema y azúcar, y más adelante fue la globalización la que hizo emerger a cientos de cafeterías en las ciudades, llegaba el capuchino y los sabores variados y lo mismo daba un mal capuchino que uno bueno, lo importante era la espuma. Los noventa vieron llegar las franquicias y un auge por el café,  pero en seattle se había sembrado la más grande de las semillas, aparecia a finales de los 80 un local llamado starbucks y a mediados de los 90 tenía cientos de establecimientos en E.U. Y así de mano de la globalización llegó a Mexico y nos presentó las mil combinaciones, la personalización y la amabilidad eficiente aunque bastante mecanizada, resultado de training y manuales exactos,  nos llamaban por nuestro nombre y nos daban gusto en todo vendiendo a la hora de vender algún tipo de café y no sólo un café. Pase de un café americano con crema de $6 a un the chai latte deslactosado tall de $48. Claro qué hay catorce años de distancia entre esas mañana frías de café con crema, polvorones, cigarrillo en mano y Nirvana, ya no uso botas mineras con vestidos de flores, deje de fumar, soy intolerante a la lactosa y me gusta el world music de putumayo récords. Pase de un cafenauta a starbucks, de localismo puro a globalización.

El soundtrack de tu vida

Hay un programa de radio que pasa en una estación de jazz, en el que hablan de el soundtrack de personajes de la cultura y/o conocidos de...